Mientras caminaba, pensaba en todo lo que había dejado atrás. Había sido arrebatado de su rutina, de su vida... todo su mundo se había derrumbado bajo sus pies. Todos y todo lo que conocía se habían quedado atrás, para probablemente, no volver a verlos. Aquello sería algo que le marcaría de por vida, pero en aquel entonces, era mucho más. Perdió de vista todas sus metas, sus sueños e ilusiones, sus planes y ambiciones de futuro. Estaba totalmente desorientado.
No había sido decisión de él el hecho que se hubiesen mudado. No estaba conforme con aquella decisión, no podía entenderla. No en aquel entonces. Tampoco creía que hubiese la posibilidad de que las cosas pudiesen ir mejor allí. Nunca llegó a planteárselo. Sería por ignorancia, por desconocimiento o por que tan solo era un crío, pero en aquel momento no podía ver más allá. Estaba convencido de que nada tenía sentido, de que su vida era miserable.