viernes, 30 de agosto de 2013

La deuda pendiente

     Llego del trabajo. Está amaneciendo después de un largo turno de noche. Tengo el cuerpo dolorido por todas partes y mis ojos se resisten a realizar su cometido. Se quejan con tremendos picores y emborronan mi visión. Mis párpados pesan toneladas y cada vez que se derrumban me cuesta dios y ayuda subirlos, además, esos dolorosos ascensos se acompañan con tremendos picores como si miles de afiladas cuchillas revistiesen los mismos desde dentro.
     Estoy frente a la puerta de mi piso, por fin. Antes de entrar, pienso. Si las zapatillas de mi mujer están ante la puerta de la habitación de la pequeña, entonces dormiré solo lo que queda de noche. Esa es la señal de que ella está dentro, cuidándola. Siempre hace lo mismo cuando la llama repetidas veces en medio de la noche. 
     Introduzco la llave y entro, despacio, sin hacer ni el más mínimo ruido, al más puro estilo Tedax, como si la entrada estuviese plagada de miles de minas antipersona. Paseo la mirada por el suelo en busca de aquellas pequeñas zapatillas, alumbrando con la leve luz de la pantalla de mi teléfono. Así es, ahí están, han debido pasar mala noche.
     Voy a la cocina en silencio y como algo rápido para acallar el cansino lenguaje iniciado por mi estómago hacía ya unas horas. Al salir lo hago con las luces apagadas. Siempre me ayudo del móvil para ver pero hoy llevo las manos ocupadas y hago el recorrido de memoria. Recuerdo que una vez, en un caso como éste, mi mujer se levantó y me dio un susto de muerte. En aquella ocasión, salió en silencio de la habitación de la niña y nos cruzamos en medio del pasillo, en plena oscuridad. Casi me muero en aquel momento. Creo que aquel día mi corazón se detuvo totalmente y que por mis venas hasta dejó de circular la sangre por unos segundos.
     Pensando en esos recuerdos salgo de la cocina en dirección a mi cuarto. Ahora que lo he pensado estoy seguro de que ya no me sorprenderá en caso de que salga y se cruce conmigo. Además aunque casi no se vea nada tengo la certeza de que podré oírla venir hacia mí, todo está en silencio. Llevo mi iPad debajo del brazo, el cargador y el teléfono móvil en la otra mano. Voy a intentar aprovechar un poco antes de dormir a ver si leo un poco la actualidad, aunque me noto algo más espabilado no creo que aguante mucho tiempo, quizás unos segundos, pero me da igual. Así también me vale de somnífero. 
     Salgo al pasillo y lo cruzo. Paso por delante de la habitación infantil. Miro hacia ella. Aunque no la veo, sé que está ahí. Pongo rumbo hacia mi tan deseada cama, estoy muy cerca de mi merecido descanso. Entonces, de repente, noto como en medio de la oscuridad que me envuelve, me cogen de un brazo. Nada, pienso, ha salido mi mujer y no la he oído. Que sigilosa se ha vuelto, con esto de no despertar a la niña... Enseguida, hablando bajo para no desbaratarle el plan, susurro:
     —Casi me das un susto de muerte, menos mal que ya no sería la primera vez... ¿Qué tal la peque te ha dado la noche? —pregunto rápidamente uniendo una frase con otra.
     El silencio que escucho durante un tiempo me preocupa. No entiendo por qué no me responde, a lo mejor está adormilada, pero no me coincide aquello con la fuerza que está ejerciendo en mi brazo y la tensa respiración que se oye por lo bajo y rebota en mis mejillas, ella no es tan alta como yo. Muevo mi extremidad un poco para intentar zafar aquel agarre pero me es imposible. Sea lo que sea que me está agarrando, es más fuerte que yo.
     —Suéltame —digo asustado.
...Entonces pude oír...
     —No. He venido a llevarte conmigo, se acabó tu tiempo, ¿recuerdas?...



Licencia Creative Commons

31 comentarios:

  1. Wow! Qué final tan oscuro, más que la habitación sin luces! Tenía tiempo de no leerte y no entiendo por qué.

    A todos se nos agotará el tiempo algún día, o quizás alguna noche negra. Una entrada muy buena!

    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Orlando, un placer verte por aquí y me alegro de que te hayas acomodado en ésta que también es tu casa. Me alegro de que te haya gustado.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Me gustó, aunque el final fue inesperado y deja atrás muchas preguntas. Pero me gusta este tipo de relatos.
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Sandra, gracias por venir. Me alegro de que te guste y también de que te quedes con preguntas... La deuda pendiente, tiene deudas pendientes... A lo mejor hay más...
      Un abrazo y nos seguimos leyendo.

      Eliminar
  3. Estimado, Tony! Sólo una cosa me gustaría dirigirme a usted hace mucho tiempo. Gracias, que puedo leer los escritos! ¡Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Jozsef, es un placer verte por aquí, siempre serás bienvenido.
      Te dejo un fuerte abrazo y mis deseos de que disfrutes con el blog

      Eliminar
  4. al final, el momento menos esperado, no obstante ¡eterno!
    saludos, buen relato

    ResponderEliminar
  5. Excelente!!! Muy buen relato, tiene los condimentos esenciales del suspenso!!! Realmente un gusto leerte.
    Saludos

    ResponderEliminar
  6. Tony, hace bastante que no publicabas... o me parece a mí.
    Nos fuiste llevando en un clima en el que se percibía que se estaba gestando algo... pero nunca imaginé que fuera tan drástico.
    Tal vez habrá que ver porqué se le acabó el tiempo... ¿Continuará?
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Mirella, la verdad es que si que llevaba tiempo sin publicar, mi poco tiempo ha estado totalmente absorbido por el lanzamiento de Camino a Casa y después me he dejado llevar por otras historias en las que estoy trabajando, que se han colado en mi mente, pero que son algo más largas.
      Ésta es probable que continúe, de hecho he dejado mucho por contar... para que haya suspense... Veremos más adelante si reaparece.
      Un placer verte por aquí.
      Un abrazo

      Eliminar
  7. Este tipo de lectura me fascina, excelente relato Tony mantiene atento al lector y el final es inesperado.
    Un placer leerte, te dejo un abrazo.
    Buen fin de semana!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te gusten este tipo de lecturas y que disfrutes cada vez que vienes por aquí. Es un objetivo cumplido para mi.
      Muchas gracias
      Otro abrazo para ti

      Eliminar
  8. Me parece que desde que introdujiste la llave, lo presentías

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las deudas pendientes son lo que tienen... En cada esquina puede estar el cobrador...
      Un abrazo!

      Eliminar
  9. Y por cierto, no sigas soñando, que ya lo eres

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus comentarios y por el cumplido, aunque prefiero seguir soñando, no vaya a ser que despierte...
      Te dejo un fuerte abrazo y mi más cálida bienvenida

      Eliminar
  10. Desde luego queda mucho por contar, has plantado una buena semilla. Seguiré visitándote para ver cómo continúa.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. El tiempo no lo podemos borrar, pero si que hacemos con nuestro tiempo de forma productiva y consciente, muy buen relato sobre la vida, felicitaciones Tony

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Miguel por tu comentario, me alegro de que haya gustado.
      Un abrazo

      Eliminar
  12. Me alegra oír eso. Muchas gracias.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  13. Hola Tony, este relato no puede quedar así de ninguna manera, debe seguir. Hay muchas dudas sin resolver, me niego a quedarme con ellas, jeje, así que a seguir con este relato que va a dar mucho de sí, estoy segura.
    Siempre en tu línea del suspense, me ha gustado mucho y el final se queda en el aire a pesar de los datos que nos das...aquí falta algo, y solo tú lo sabes. Muy intrigada me quedo...

    Un abrazo
    Nos leemos
    Rosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues si que se puede continuar, aún hay mucho por contar, pero ahora dependemos de la opinión de los lectores, si queréis que siga... Sigo.
      Muchas gracias por acercarte hasta aquí y dejar tu comentario.
      Un fuerte abrazo

      Eliminar
  14. Muchísimas gracias por tu comentario. Me halaga la comparación con Poe, aunque no le llegue ni a la suela de los zapatos, aún así... es un placer para mí que mi manera de escribir os haga pensar en él.
    Muchas gracias de nuevo.
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  15. Fantastico, en tu linea.Manteniendo la intriga y formando un desenlace inusual. A ver si me mandas mas invitaciones para venir a leerte, me encanta hacerlo ya lo sabes.Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre eres y serás bienvenida, ya lo sabes. Las invitaciones salen pero a veces la inmesidad de la red nos hace pasar desapercibidos.
      Espero que ésta nueva historia te atrape y consiga entretenerte. Tengo muchas cosas pensadas para ella... creo que nos gustará a todos.
      Un fuerte abrazo Isaboa.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...