La rabia por Tony A. Fabeiro se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
... déjese llevar por la imaginación y navegue durante unos instantes por lugares maravillosos...
martes, 19 de febrero de 2013
La rabia
Lleva horas durmiendo en su cunita como un ángel. Aunque no siempre ha sido así. Hace un par de horas, antes de que lo sedáramos, casi nos destroza el piso a mordiscos. Nos ha costado detenerlo y a mi, en medio del forcejeo, hasta me ha arrancado una uña. Al final, lo hemos conseguido, menos mal que vino Lucas a ayudarnos. Mírale ahora, como descansa. Quieto. Inerte... cuánto tiempo lleva ya... ¿Nos habremos pasado con la dosis...?
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Vaya!!... si que ha sido corto el microrrelato...
ResponderEliminarPues si... proceden de un concurso en donde tienen que ser menos de cien palabras, ellos te dan la primera frase y a partir de ahí... seguir.
EliminarGracias por leerlo
Un saludo
Los microrrelatos me parecen de los más difícil de escribir. Este inquieta y cuenta una historia. Eso ya es mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias sobre todo por la apreciación de que los micros son los más difíciles, y sobre todo si te dan la primera frase... Aunque hay que reconocer que es muy divertido...
EliminarUn fuerte abrazo
Muy breve y contundente...a pensar e imaginar que pasó.
ResponderEliminarQueria agradecerte tu comentario y en efecto había un error. Ya está corregido amigo. gracias.
Carlos
No hay porqué dar gracias, tu siempre me ayudaste, además ahora coincide perfectamente con el siguiente capítulo. Gracias por venir hasta aquí y seguiré leyendo próximamente tu novela, ya te iré comentando.
EliminarUn fuerte abrazo!
Muy bueno Tony. La primera frase te lleva hacia otro final, de no ser por la fotografía....
ResponderEliminarUn abrazo muy grande,
Eva.
Muchas gracias Maria Eva, es un placer verte por aquí. Me alegro de que te guste. Cierto que la frase de cabecera orienta la historia hacia otra cosa, pero a mí me gusta dar quiebros inesperados... A veces, las cosas parecen claramente una cosa y cuando se sigue caminando, se descubre que no. Ahora, me viene a la mente el último relato que leí tuyo... (Todos damos quiebros...)
EliminarUn fuerte abrazo
Buenísimo! Que genial como metes toda una historia en un texto tan breve.
ResponderEliminarMuchas gracias Francisco. Un placer que te haya gustado.
EliminarUn abrazo